Hecho en casa, esa frase evoca
recuerdos de actividades que nos genera placer. Cuando algo es hecho
en casa lleva incluido la dedicación familiar y el misticismo del
trabajo artesanal. Cuando uno lee que un producto es hecho en casa
uno espera que tenga un aspecto familiar, si es comida pues espera
sabores y olores tradicionales. Lo hecho en casa es por convención
natural y más sana que lo hecho industrialmente. La supervisión de
os productos hecho en casa es mas dedicada que cuando es hecho
industrialmente.
Para mi es tener una imagen de una madre cocinando
versus un grupo de gente con guantes, gorros y batas blancas. La
segunda parece ser más plástica e irreal. La primera nos hace
recordar buenos momentos. Los negocios caseros siempre han
existido. Amas de casas alrededor del mundo han querido en algún
momento ganar algún dinero extra y han dado a probar sus delicias al
mundo. Los negocios caseros hoy en día están de igual manera de
moda pero están más organizados.
Los grupos inversionistas saben la
calidad de un producto casero y han apoyado el desarrollo de estos
negocios. Un negocio de este tipo es una microempresa y si antes era
una señora sola la que montaba su negocio, hoy se reúnen en
cooperativas para que el negocio sea rentable. Como todo negocio, los
negocios caseros requieren de organización y gestión de los
recursos pero estos aspectos están fijados así sea empíricamente
en nosotros. Un ama de casa es una administradora experimentada y el
reto nunca le queda grande.
Siempre es necesario la buena gestión aún cuando un negocio se haga desde casa.
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